Viaje y Cultura

A través de este blog quiero mostrar mis artículos de viaje, sobre cultura, arte, arquitectura, patrimonio, tendencias, y otras apreciaciones. Mi intención es profundizar en las raíces, en la tierra, en el arte, y de alguna forma colaborar acercando ciertos conocimientos.

Cuidar de la tierra, de las personas, de nosotros mismos y compartir.

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miércoles, 6 de marzo de 2013

Altiplano andino: acervo de culturas

Un largo y alto cordón montañoso atraviesa Latinoamérica, une a los hombres por la admiración que provoca y los separa a través de sus altas y frías fronteras. Los Andes, nuestra cordillera, está llena de historia, enseñanzas y luchas, y muestra en sus rocas el sudor de nuestros ancestros y en sus caminos la destreza del hombre olvidado por la modernidad. 

 




Es fácil dejarse seducir por el altiplano andino, una gran meseta en medio de las montañas, con lagunas, salares, formaciones rocosas milenarias, llamas, alpacas, cóndores, variedad de felinos, flamencos; y un dejo de soledad, tranquilidad y sequedad.

En promedio la altura del altiplano es de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, lo que a muchos visitantes provoca el mal de altura, para lo que recomiendan mascar hoja de coca o tomarla en infusión y no hacer mucho esfuerzo físico. La temperatura es extrema, durante el día llega a máximas entre 12 y 24°C, y durante la noche las mínimas oscilan entre -20 y 10°.


La cultura andina

La Paz, capital política de Bolivia, es la ciudad más grande e importante del altiplano andino, y es una ciudad que integra modernidad, desarrollo y tradiciones: conviven altos edificios envidriados con catedrales y casonas patrimoniales del siglo de la conquista (XVI). Un contraste de culturas que también se ve reflejado al ver los transeúntes de estilo europeizado, por un lado, y las mamitas o cholitas, por el otro, vestidas con muchas faldas, polainas, blusas de lana, chal de croché y sombrero.

Las mamitas son fuertes y trabajadoras, venden pan, cereales, frutas y verduras, articulos varios, ropas, electrónicos y artesanía. El comercio de la calle está dominado por ellas, que van y vienen con un aguayo (tela tradicional de telar) en la espalda cargando la mercadería. Otras, audaces, cargan a su bebé, que tranquilo se agarra con sus manitos al cuello de la madre, mientras ella trabaja con libertad. Ni parece que estuvieramos a 3600 mts de altitud. 

En el mercado central hay un remedio para el frío, el Api, una bebida caliente hecha com maiz morado, que se sirve con buñuelos, una masa frita con miel. También está el café, que es orgánico y producido en Bolivia. Además, hay una variedad de batidos de frutas, caldos de maní, arroz, fideos, y platos típicos.

La artesanía es común denominador en el altiplano, se ven los mismos tejidos, las mismas telas, y una gran variedad de joyas con bellas piedras. Vale la pena visitar el mercado de las Brujas y la calle Sagarnaga en La Paz donde se encuentra el principal mercado artesanal. 

Bolivia es diversidad, posee un acervo de culturas y tradiciones, que a pesar de la inserción de tecnologías y modernidad, se sigue manteniendo. Se han reconocido como idiomas oficiales del país treinta y siete lenguas indígenas, siendo las principales el aymará y el quechua. No es por acaso que lleva el nombre de Estado Plurinacional de Bolivia. 

El departamento de La Paz es grande y de mayoría aymará; a los alrededores de su capital tiene diversos sitios para visitar, entre ellos las ruinas de Tiwanaku, que debe su nombre a la cultura Tiwanakoca, que fue pre incaica. Aquí yace una civilización abandonada, un museo de cerámica, una momia, y una excavación en curso, donde se pueden encontrar reliquias prehispánicas.  Los trabajadores del lugar afirman que es una civilización más grande e importante que la inca, que construyó un calendario solar en forma de Puerta del Sol y la Puerta de la Luna, por donde sale el sol  todos los equinoccios de invierno y verano. Además de otros templos sagrados y andenes para la agricultura, entre otras cosas.

Oasis entre montañas

Desde La Paz al Titicaca son unas tres horas de viaje, 135 kms de subidas y bajadas, picos nevados y mucha pampa, se puede ir en bus de turismo o en combi, transporte que usa el pueblo que viene a abastecerse a la capital. Un medio de transporte muchísimo más barato y menos confortable.

Antes de ir al Lago Sagrado hice una parada en un lugar llamado Sorata, una ciudad que queda en un cajón a los pies del nevado Illampu, lo que le otorga una visual conmovedora. A 2600 mts de altura, esta ciudad es de adobe y piedras, es un centro agrícola y aquí ya no hace tanto frío. 

Camino al lago Titicaca, pampa, planicie de altura, desierto, soledad.

Ya llegando al lago aparece la famosa Copacabana, que debe su nombre a Nuestra Señora de Copacabana, la virgen de la abundancia material, coronada Reina de la Nación, en honor a quien construyeron en 1550 la Basílica que da la bienvenida en la ciudad del Titicaca 

Nuestra Señora de Copacabana, la ciudad boliviana a los pies del lago sagrado.


Infaltable es visitar la Isla del Sol y tomar un baño en el agua fresca y clara del Lago Sagrado, visitar las ruinas y subir a las alturas donde la vista es sorprendente. Hay caminos incaicos y andenes, terrazas de cultivo que cubren los más insólitos recovecos de las montañas. El lago es calmo y extenso, no da para ver su total dimensión. Tres horas hasta Puno (Perú), bordeando su costa, no dieron para recorrer ni la tercera parte de él. 
Desde lo alto de la Isla del Sol se ve un brazo de ella, con andenes (terrazas de cultivo) desdibujados en sus laderas, construidos por nuestros antepasados incas para el aprovechamento eficiente de las condiciones climáticas para la agricultura.

Puno es una ciudad de color de adobe al borde del lago, donde su principal atractivo son las canoas de totora y las islas artificiales de los Uros, construidas del mismo material. Pasé rápido para visitar la capital del Valle del Colca en el estado de Arequipa, Chivay, a los mismos 3800 metros de altura que Copacabana.

El Valle del Colca

El Cañon del Colca es considerado el más profundo del planeta, el deleite es por las agua termales, la observación de cóndores, la artesanía tradicional y la cultura andina de su pueblo.


El mirador Cruz del Cóndor es la parada más importante, porque desde aquí la vista al cañon es privilegiada y porque todos los días de mañana se puede apreciar el vuelo de los cóndores, subiendo y bajando entre los paredones rocosos del acantilado de 3000 mts de profundidad que caracteriza esta región, y lo hace el cañón más profundo del mundo.   
Las mamitas del Colca se visten de pies a cabeza con ropas bordadas, que exhiben con toda coquetería. En la Cruz del Cóndor montan un mercadito todos los días donde es posible apreciar este trabajo, además de los tradicionales tejidos de alpaca y ropas de aguayo del altiplano.

En el Valle del Colca hay varios pueblitos interesantes para visitar, todos con iglesias de adobe, río y arte local, unos con aguas termales (La Calera, Coporaque), que se perciben por el olor fuerte del azufre al borde del río. Otros a los que solo se llega caminando por caminos incas, angostos, que bordean la profundidad de la montaña. Desde el mirador de Cabanaconde se puede apreciar el Oasis, un poblado dentro del cañón, al borde del río, con un microclima y un spa. La condición es caminar.  

 En la plaza principal de Chivay están los niños con sus trajes tradicionales, niño y niña con falda larga y sombrero bordado, con sus llamas y alpacas, llamando: “Mister, picture”. Todos posan para la foto y agradecen su colaboración.  



Y para terminar el recorrido recomiendo Arequipa, ciudad peruana que no pertenece al altiplano pero es una puerta de acceso a él. De mucha cultura y patrimonio preservado, la ciudad blanca se encuentra a los pies del volcán Misti y ofrece viajes turísticos para el Cañon del Colca, Titicaca y otros lugares de Perú y Bolivia.  

Arequipa, la ciudad blanca del Perú.

Publicado en Revista Casa Etc de el diario El Mercurio de Valparaíso, Chile


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